Calificación: 90
Considero que esta calificación me es merecida debido a las diversas actividades que realicé antes y durante el evento (un día sin auto). Primeramente, y de acuerdo a las funciones que habíamos asignado en clases, me correspondía realizar el material de propaganda, así como pegar las calcomanías en los carros. No recuerdo exactamente qué días realicé dichas actividades, pero trataré de hacer un aproximado.
Lo primero en lo que trabajé, en conjunto con mis compañeros, fue realizar los carteles y volantes para los baños. Estuvimos casi dos horas haciéndolos, y debido a que quedaron un poco faltos de creatividad, nos vimos en la necesidad de crear unos nuevos. Para ello volvimos a recortar unos carteles grandes que teníamos, y juntamos todo el material necesario para realizar la labor. En esta ocasión tardamos un poco más de tiempo, sobre todo por los dibujos, ya que requerían un poco más de atención.
Por otra parte, estuve también entregando las calcomanías a los automovilistas que iban saliendo del Tec. No se las pegué porque sabía que muchos no me iban a dejar, o que iba a ocasionar que se hiciera una larga fila, en contraste lo que hicieron fue ponerla en la parte de enfrente, en un lugar visible. Asimismo, el tiempo en el que estuve entregando dicho material no fue demasiado, pues estuve desde la 1 de la tarde, hasta terminarnos todas y cada una de las calcomanías que llevábamos.
Si me hubiera limitado a mis actividades ahí hubiera terminado mi labor, sin embargo, en compañía con Toño y Gerardo fuimos a visitar cada uno de los salones de profesional e invitarlos a que se unieran a la causa. Esto lo hicimos principalmente porque preguntamos si alguien ya había ido a visitar a los salones, y la respuesta fue negativa. El tiempo que tomamos para visitar los salones fue alrededor de dos horas. Asimismo, por cuenta propia me puse enviar correos a todos los estudiantes del Tec de los cuales conocía su mail, a pesar de que el Dr. Benjamín también les envió uno. Esto lo hice con el objetivo de hacer que la información le llegara a las personas, aunque fuera por partida doble. En esto no duré mucho tiempo, alrededor de media hora, pues no es tan grande la cantidad de tiempo que se gasta en enviar correos.
Por otra parte, tampoco me correspondía (de acuerdo al calendario elaborado en clase) estar en el stand durante días previos al evento, pero dado que solamente había una persona sentada, opté por acompañarla en el stand. Cuando estuvimos ahí pusimos música, e invitamos a la gente por el micrófono. Poco a poco fueron llegando otros compañeros de la clase, quienes nos pusimos a recortar las calcomanías que entregaríamos, de lo cual obtuvimos las etiquetas que se entregaron el jueves y prepararmos más volantes para entregar a las personas, todo esto duró toda la mañana, y cuando me fui a mi clase algunos de mis compañeros todavía se quedaron en el stand. Un día antes del evento es cuando se registró el mayor movimiento, y se veía más unión entre todos y cada uno de los organizadores. Lo ocurrido el día del evento es bien conocido por todos, estuve en el stand durante toda la mañana, arreglándolo, agradeciendo a la gente que nos apoyó, y regalando algunas calcomanías que nos quedaron.
Pude haber dicho que merecía un 100 o una mejor calificación que la que me otorgo, sin embargo, estoy consciente de que la semana de exámenes no le dediqué tiempo al proyecto, y que pude haber hecho más durante las dos semanas restantes. Se que realicé labores que “oficialmente” no me correspondían al ver que las personas encargadas de ello no estaban respondiendo, pero en lugar de haber hecho eso debí insistir en que mis compañeros se decidieran a actuar. Sin duda alguna no ha sido el proyecto más exitoso en el que he participado, pero me deja una muy buena lección, pues aprendí que no debo dejar de prestarle atención a todo lo que hago, y que si quiero que las cosas se realicen bien debo de trabajar duro por ello, tratando de involucrar totalmente a las personas, no haciendo su trabajo. No voy a negar que en algún momento me frustré por la poca cooperación de algunas personas, pero no quedaba de otra más que seguir adelante. Como dijo la maestra, faltaron líderes, y tardíamente tal vez, aprendí que un líder no es quien hace todo, sino aquél que logra que los demás hagan lo que les corresponde con entusiasmo…
Considero que esta calificación me es merecida debido a las diversas actividades que realicé antes y durante el evento (un día sin auto). Primeramente, y de acuerdo a las funciones que habíamos asignado en clases, me correspondía realizar el material de propaganda, así como pegar las calcomanías en los carros. No recuerdo exactamente qué días realicé dichas actividades, pero trataré de hacer un aproximado.
Lo primero en lo que trabajé, en conjunto con mis compañeros, fue realizar los carteles y volantes para los baños. Estuvimos casi dos horas haciéndolos, y debido a que quedaron un poco faltos de creatividad, nos vimos en la necesidad de crear unos nuevos. Para ello volvimos a recortar unos carteles grandes que teníamos, y juntamos todo el material necesario para realizar la labor. En esta ocasión tardamos un poco más de tiempo, sobre todo por los dibujos, ya que requerían un poco más de atención.
Por otra parte, estuve también entregando las calcomanías a los automovilistas que iban saliendo del Tec. No se las pegué porque sabía que muchos no me iban a dejar, o que iba a ocasionar que se hiciera una larga fila, en contraste lo que hicieron fue ponerla en la parte de enfrente, en un lugar visible. Asimismo, el tiempo en el que estuve entregando dicho material no fue demasiado, pues estuve desde la 1 de la tarde, hasta terminarnos todas y cada una de las calcomanías que llevábamos.
Si me hubiera limitado a mis actividades ahí hubiera terminado mi labor, sin embargo, en compañía con Toño y Gerardo fuimos a visitar cada uno de los salones de profesional e invitarlos a que se unieran a la causa. Esto lo hicimos principalmente porque preguntamos si alguien ya había ido a visitar a los salones, y la respuesta fue negativa. El tiempo que tomamos para visitar los salones fue alrededor de dos horas. Asimismo, por cuenta propia me puse enviar correos a todos los estudiantes del Tec de los cuales conocía su mail, a pesar de que el Dr. Benjamín también les envió uno. Esto lo hice con el objetivo de hacer que la información le llegara a las personas, aunque fuera por partida doble. En esto no duré mucho tiempo, alrededor de media hora, pues no es tan grande la cantidad de tiempo que se gasta en enviar correos.
Por otra parte, tampoco me correspondía (de acuerdo al calendario elaborado en clase) estar en el stand durante días previos al evento, pero dado que solamente había una persona sentada, opté por acompañarla en el stand. Cuando estuvimos ahí pusimos música, e invitamos a la gente por el micrófono. Poco a poco fueron llegando otros compañeros de la clase, quienes nos pusimos a recortar las calcomanías que entregaríamos, de lo cual obtuvimos las etiquetas que se entregaron el jueves y prepararmos más volantes para entregar a las personas, todo esto duró toda la mañana, y cuando me fui a mi clase algunos de mis compañeros todavía se quedaron en el stand. Un día antes del evento es cuando se registró el mayor movimiento, y se veía más unión entre todos y cada uno de los organizadores. Lo ocurrido el día del evento es bien conocido por todos, estuve en el stand durante toda la mañana, arreglándolo, agradeciendo a la gente que nos apoyó, y regalando algunas calcomanías que nos quedaron.
Pude haber dicho que merecía un 100 o una mejor calificación que la que me otorgo, sin embargo, estoy consciente de que la semana de exámenes no le dediqué tiempo al proyecto, y que pude haber hecho más durante las dos semanas restantes. Se que realicé labores que “oficialmente” no me correspondían al ver que las personas encargadas de ello no estaban respondiendo, pero en lugar de haber hecho eso debí insistir en que mis compañeros se decidieran a actuar. Sin duda alguna no ha sido el proyecto más exitoso en el que he participado, pero me deja una muy buena lección, pues aprendí que no debo dejar de prestarle atención a todo lo que hago, y que si quiero que las cosas se realicen bien debo de trabajar duro por ello, tratando de involucrar totalmente a las personas, no haciendo su trabajo. No voy a negar que en algún momento me frustré por la poca cooperación de algunas personas, pero no quedaba de otra más que seguir adelante. Como dijo la maestra, faltaron líderes, y tardíamente tal vez, aprendí que un líder no es quien hace todo, sino aquél que logra que los demás hagan lo que les corresponde con entusiasmo…
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